Las tecnologías limpias son un grupo de técnicas empleadas para la disminución de la contaminación de los ecosistemas, minimizando las repercusiones sobre las personas y los ecosistemas en general. Su implementación se puede dar mediante cambios y ajustes en equipos o instalaciones, y mediante la modificación de procedimientos que deben seguirse.
Por ejemplo: El sol es la principal fuente de energía en le mundo, y puede ser transformada en energía eléctrica por medio de diferentes procedimientos como el sistema termal, que transforma el agua en vapor y este impulsa turbinas diseñadas para esto, otra forma es directamente por medio del efecto foto-eléctrico.
TECNOLOGÍAS LIMPIAS DE CARBÓN, UN FUTURO NADA NEGRO
En un mundo dominado por el petróleo, el carbón se asocia a algo obsoleto, propio de otra época. Sin embargo, este mineral puede convertirse en uno de los principales recursos energéticos en los próximos años. De hecho, el carbón, lejos de encontrarse jubilado, comienza a vivir una segunda juventud. Los expertos aseguran que en los próximos 25 años el consumo de carbón se triplicará a nivel mundial, ante el encarecimiento del petróleo y del gas. La Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA) ha calculado que en 2030 las centrales térmicas seguirán siendo las principales productoras de energía, por lo que el carbón será cada vez más importante.
PRINCIPALES TECNOLOGÍAS LIMPIAS DE CARBÓN
Desde la década de los 80 se vienen desarrollando las denominadas "tecnologías limpias de carbón", guiadas por un doble desafío: el de producir energía de manera económica y el de respetar el medio ambiente. En este esfuerzo se ubica la "gasificación integrada con unidades de fraccionamiento del aire". Este sistema pone al carbón en contacto con vapor y oxígeno, generándose un gas combustible, compuesto principalmente por monóxido de carbono e hidrógeno, que cuando se quema puede ser usado para turbinas de gas.
Este proceso logra una eficiencia energética del 80% en la transformación del carbón, reduce en un 75% la emisión de CO2 y elimina casi en su totalidad el resto de contaminantes químicos. Por su parte, algunos sistemas de "ciclo combinado híbrido", que unen las mejores características de las tecnologías de gasificación y combustión, consiguen eficiencias mayores del 50%.
Otro ejemplo de las tecnologías limpias en el uso de este mineral son las "centrales de combustión de lecho fluido". En ellas el carbón se quema aplicando una corriente de aire sobre un lecho de partículas inertes, como, por ejemplo, de piedra caliza, mejorando el rendimiento de la combustión del carbón y disminuyendo el impacto ecológico.